Inteligencia artificial

 

La consultora DNV GL ha publicado su último documento, hacer que las energías renovables sean más inteligentes: Beneficios, riesgos y futuro de la inteligencia artificial en energía solar y eólica, en el que pronostica un uso creciente de la inteligencia artificial (AI), para la que prevé un mercado de 3 billones de dólares para 2024, en toda la industria, en el que analiza su potencial actual y futuro para acelerar los procesos en múltiples áreas de desarrollo de la energía renovable​

El informe se centra en el sector Downstream y señala que las plantas eólicas y solares ya se han beneficiado del desarrollo generalizado de tecnología de sensores y análisis de datos, el aumento de herramientas de aprendizaje más fáciles de usar y la expansión continua de capacidades de análisis y procesamiento de datos para crear nuevas eficiencias operativas. El documento espera que la energía solar y eólica aprovechen más los beneficios de la inteligencia artificial en las áreas de inspección y resolución de problemas, donde zánganos autónomos con IA (INTELIGENCIA ARTIFICIAL) en tiempo real admiten análisis y robots rastreros que pueden acercarse a la superficie de una estructura. La transmisión ultrasónica, que puede usarse para penetrar estructuras y revelar fallas en materiales, traerá beneficios.

La planificación y la diligencia debida es otra área que DNV GL dice que puede beneficiarse del mayor uso de la IA: La planificación y el análisis que hoy pueden requerir muchas horas humanas y miles de documentos pueden reducirse enormemente en el futuro e incluso mejorarse. DNV GL habla incluso de un futuro en el que la construcción de plantas eólicas y solares estará totalmente automatizada y llevada a cabo por ‘robots de conducción autónomos, que en el futuro pueden llegar a construir parques eólicos terrestres o solares terrestres enteros: partes de un aerogenerador o los paneles solares son transportados desde la fábrica por camiones autónomos, descargados por otro conjunto de robots, unidos a los cimientos que otros robots han excavado y llenado, y ensamblados por un conjunto final de robots y drones. A pesar de todo este potencial, DNV GL señala los riesgos de tales enfoques y el peligro de depender demasiado de la inteligencia artificial en lugar de los profundos conocimientos necesarios para gestionar dicho sistema.

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