Costa Rica, el país de la electricidad renovable

Costa Rica es uno de los países más proactivos del mundo en la lucha contra el calentamiento global. Ha logrado producir casi el 100% de electricidad renovable, aunque el país sigue siendo muy dependiente del petróleo para el transporte y de la biomasa para la calefacción doméstica.

Un Estado muy involucrado en la transición energética
Desde 1949, el Estado ha llevado a cabo una acción pública voluntaria. El país tomó entonces la decisión original de no tener un ejército y dedicó los presupuestos así ahorrados a desarrollar la electrificación del país, en particular mediante el suministro de agua, y el equipamiento de las zonas rurales. El sector eléctrico fue nacionalizado y aún hoy las empresas privadas siguen representando sólo un tercio de todas las actividades energéticas. Pero al mismo tiempo el país tiene una actitud muy abierta a la inversión extranjera directa.

Costa Rica había previsto convertirse en «carbono neutral», con cero emisiones netas para 2021. Pero ha pospuesto ese objetivo hasta el año 2085. En cualquier caso, su voluntad en materia de clima y biodiversidad (una cuarta parte de su territorio está declarado zona protegida) ya se utiliza para construir una imagen de «paraíso turístico». El turismo, y en particular el «ecoturismo», es la principal fuente de ingresos del país.

Considerada una «economía emergente» por el Fondo Monetario Internacional (FMI), este pequeño país centroamericano tiene un producto interno bruto (PIB) per cápita equivalente al del Brasil y una tasa de pobreza (22%) inferior al promedio latinoamericano. Su economía se basa en el turismo, la exportación de flores y frutas, y una política activa de zonas francas que acogen a empresas multinacionales de alta tecnología.

Como franja delgada entre los océanos Atlántico y Pacífico, y por lo tanto sensible a los fenómenos climáticos extremos, Costa Rica se involucró en la acción climática en una etapa muy temprana, aunque, dadas sus características, no puede ser un modelo que pueda ser reproducido por los principales países del Planeta.

Costa Rica tiene una población de menos de 5 millones de habitantes, en un territorio diez veces menor que el de Francia metropolitana. No tiene industrias importantes, lo que limita sus necesidades de energía. El país cuenta también con condiciones naturales excepcionales: extensos bosques que aseguran una gran capacidad de absorción de carbono, actividad volcánica que alimenta la energía geotérmica, y una abundancia de agua que garantiza un fuerte potencial hidroeléctrico fuera de las ocasionales sequías.

Su primera acción ha sido frenar la acelerada deforestación causada por los ganaderos. Su proporción de bosques disminuyó del 63% en 1960 al 21% en 1987. La gestión activa de los bosques aumentó esta tasa al 50%. Costa Rica fue uno de los pioneros de los llamados mecanismos de «compensación de carbono», establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que permiten a los emisores de gases de efecto invernadero comprar certificados que garantizan una reducción de las emisiones en otros lugares. Ya en 1996, Costa Rica había vendido 200.000 toneladas de reducción de emisiones procedentes de operaciones de reforestación a empresas energéticas noruegas.

Una mezcla eléctrica de casi el 100% de renovables
El país se embarcó entonces en un desarrollo coordinado de la energía renovable (ER), basado en sus tres recursos principales: el agua, el calor de la Tierra y el viento. Hoy en día, casi el 100% de su producción de electricidad (98% en 2016) es generada por energía renovable. Las proporciones varían según las condiciones climáticas (viento, lluvia), con un fuerte predominio de la energía hidroeléctrica3. En el primer trimestre de 2017, la energía hidroeléctrica representó el 69,3% de la producción, la energía eólica el 16,2% y la energía geotérmica el 11,2%. Muy por detrás, pero en desarrollo, vienen la biomasa (2,2%) y la solar (0,16%).

Energía geotérmica – Facilitada por una red muy densa de volcanes, la energía geotérmica económicamente explotable tiene un potencial futuro estimado de unos 1.000 MW. Existe media docena de plantas de energía, incluyendo una en las laderas del volcán Miravalles. El calor es capturado allí por 25 pozos de más de 1.600 metros de profundidad, lo que da a la planta una capacidad de más de 160 MW. La compañía nacional de electricidad (ICE) tiene otro proyecto en el volcán Rincón de la Vieja.

Energía eólica – Los parques eólicos están situados en la parte montañosa del país, donde los picos superan los 2.000 metros. La energía solar está creciendo, pero todavía constituye sólo una parte muy pequeña de la producción de electricidad.

El peso del petróleo
El consumo de electricidad se ha triplicado en los últimos 15 años, pero el consumo per cápita en 2014 seguía siendo un 9% inferior al de América Latina . La electricidad representa menos de un cuarto del consumo final de energía. Depende en un 60% de los productos del petróleo, principalmente para el transporte, y en un 17,1% de la biomasa, utilizada para la calefacción doméstica.

El sector del transporte es responsable de dos tercios del consumo de hidrocarburos y del 54% de las emisiones de CO2. El parque automovilístico (1,4 millones de vehículos) está envejeciendo y por lo tanto tiene un rendimiento de emisiones deficiente. Los vehículos eléctricos están ausentes y el transporte público está poco desarrollado. Uno de los principales proyectos del gobierno es construir un tren eléctrico ligero urbano en el área metropolitana de San José. Pero la financiación es difícil.

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