Luego del descanso que tiene el planeta, cada vez más son los países que se suman al cambio de consciencia para el uso eficiente de las energías con planes de albergar mejor calidad de vida para todo el ecosistema al borde de un colapso.

Son numerosos los proyectos de energía limpia y avances que se presentan: la fuente de trabajo, creación de estrategias y nuevas habilidades van acrecentando a la par, dando oportunidad a la inclusión a miles de mujeres en el mundo a formar parte del gran cambio conveniente para países desarrollados que ya aplican hace varios años el uso estratégico de energía limpia, instando con el ejemplo a países en desarrollo a apostar por la inversiones que funcionan de forma eficiente a mediano y largo plazo.

«Los paquetes de estímulo fiscal posteriores a la COVID-19 brindan la oportunidad de iniciar una recuperación ecológica y transformadora, con la creación de empleos verdes», dice Mark Radka, experto en energía y clima del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Según estudios de “Energías Renovables y Empleos- Balance anual” las ganancias aumentarían a US$98 billones del PIB (Producto Interno Bruto) para el 2050. Los puestos de trabajo se cubrirían hasta 21 millones de puestos de trabajo.

Los principales países productores de empleo en energía renovable como EE.UU, Brasil, China, India, la Unión Europea, son referentes para otros países asiáticos en la fabricación y exportación de paneles fotovoltaicos (PV)

Las energías renovables en África y Asia son la mayor fuente de trabajo y accesibilidad a la electricidad, donde estima llega hasta el último rincón para el 2050.

«La energía renovable brinda la oportunidad de ‘reconstruir mejor’, crear empleos verdes, facilitar la transición a economías neutras en carbono y protegernos de futuras amenazas globales, incluidas las pandemias», dice el experto en cambio climático de PNUMA Niklas Hagelberg. «La humanidad depende de que actuemos hoy para construir un futuro resiliente y sostenible».

Los paneles solares suministran electricidad a la clínica de salud rural de Mulalika en la provincia de Lusaka, Zambia, mayo de 2018. Un suministro de energía confiable garantiza que los sistemas centrales para la gestión de los programas de salud puedan funcionar de manera efectiva y que la energía limpia también pueda impulsar la recuperación económica después de la pandemia. Las energías renovables son un motor para la creación de empleo. Foto: PNUD/Karin Schermbrucker para Slingshot