El multimillonario tecnólogo Elon Musk anunció esta semana que su empresa Neuralink ha implantado por primera vez su interfaz cerebro-ordenador en un ser humano. El receptor «se está recuperando bien», escribió Musk en su red social X (antes Twitter) el lunes por la noche, añadiendo que los resultados iniciales mostraban una «prometedora detección de picos neuronales», en referencia a la actividad eléctrica de las células cerebrales.
Cada dispositivo inalámbrico Neuralink contiene un chip y un conjunto de electrodos de más de 1.000 conductores superfinos y flexibles que un robot quirúrgico introduce en la corteza cerebral. Allí los electrodos están diseñados para registrar pensamientos relacionados con el movimiento. En la visión de Musk, una aplicación acabará traduciendo estas señales para mover un cursor o producir texto; en resumen, permitirá controlar el ordenador mediante el pensamiento. «Imagina que Stephen Hawking pudiera comunicarse más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo», escribió Musk sobre el primer producto de Neuralink, llamado Telepathy.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. había aprobado los ensayos clínicos en humanos para Neuralink en mayo de 2023. Y el pasado septiembre la empresa anunció que abría la inscripción en su primer estudio a personas con tetraplejia.
El anuncio del lunes no cogió por sorpresa a los neurocientíficos. Musk, el hombre más rico del mundo, «dijo que iba a hacerlo», afirma John Donoghue, experto en interfaces cerebro-ordenador de la Universidad de Brown. «Él había hecho el trabajo preliminar, construido sobre los hombros de otros, incluido lo que nosotros hicimos a partir de principios de la década de 2000».
Las ambiciones originales de Neuralink, que Musk esbozó cuando fundó la empresa en 2016, incluían engranar cerebros humanos con inteligencia artificial. Sus objetivos más inmediatos parecen estar en línea con los teclados neuronales y otros dispositivos que las personas con parálisis ya utilizan para manejar ordenadores. Sin embargo, los métodos y la velocidad con la que Neuralink perseguía esos objetivos han dado lugar a investigaciones federales sobre animales de estudio muertos y el transporte de material peligroso.
Musk tiene la costumbre de sugerir grandes cosas pero dar pocos detalles, señala Ryan Merkley, director de defensa de la investigación del Comité de Médicos por una Medicina Responsable. «Este es quizá el mayor ejemplo de ello» porque no hay información disponible sobre la persona que recibió el implante o su condición médica, señala Merkley. «Dependiendo de la enfermedad o trastorno del paciente, el éxito puede ser muy diferente».
Scientific American habló con Donoghue para saber qué significa este último paso para Neuralink y si la empresa podría alcanzar algún día los objetivos más extremos de Musk.
Al describir los primeros resultados, Musk utilizó la frase «prometedora detección de picos neuronales». ¿Qué puede significar eso?
Tengo que decir que, como científico, no se puede comentar nada hasta tener un artículo en la mano. Pero lo que eso significa en general es: hay potenciales de acción [los impulsos eléctricos que crean las células nerviosas], y hay una sonda en el cerebro, y está captando señales que están ahí.
Pero tengo que permanecer abierto a lo que eso significa realmente. Tengo que ver los datos. Y las entidades comerciales hacen esto poco a poco, alimentando las cosas. El peligro es que mañana puede dejar de funcionar.
¿Le preocupa el modo en que se ha difundido la información sobre este ensayo a través de las redes sociales o cómo se ha comunicado la investigación a los científicos o al público?
No me gusta especialmente, pero no quiero exagerar…. Es legítimo decir que han implantado a alguien. No creo que quieran decir mucho sobre lo que significa o lo que hace.
Desde su punto de vista, ¿qué puede aportar Neuralink más allá de la investigación que usted y otros han llevado a cabo, por ejemplo, su trabajo para permitir que un participante mueva el cursor de un ordenador en una pantalla con el pensamiento? ¿Tiene Neuralink la oportunidad de hacer algo diferente?
Son una entidad comercial, ¿verdad? Quieren un producto. Cuando empecé, tenía una empresa llamada Cyberkinetics, que era demasiado pronto. [Cyberkinetics fue adquirida en 2008 por lo que ahora es Blackrock Neurotech.] Una de las diferencias es algo del orden de 100 millones de dólares. En aquella época, carecíamos de todo el dinero y los conocimientos. Ahora tenemos los conocimientos. [Musk ha] puesto el dinero.
Lo que ha hecho es invertir y aprovechar todos los conocimientos que se han creado en este campo. Por supuesto, no sólo nosotros, sino también muchas otras personas, científicos básicos que han descubierto cómo funciona el córtex motor, incluidos nosotros, pero sin duda no exclusivamente nosotros, [así como los neurocientíficos] Apostolos Georgopoulos, Andy Schwartz… todas esas personas construyeron una base. Él podría aprovechar todos esos conocimientos e invertir el dinero necesario para crear un producto que podría llegar a ser comercial, aunque eso aún está por determinar.
Me alegra mucho ver que habrá (probablemente, ya veremos qué pasa con esta versión en particular) un producto comercial que algún día llegará a la gente y la ayudará.