¿Por qué el uso del aire acondicionado no es conveniente?
La instalación de aparatos de aire acondicionado en nuestros hogares nos ayuda a mantener una temperatura adecuada y confortable. No obstante, estos aparatos también tienen efectos negativos en nuestra salud y en el medio ambiente:
En nuestra salud, a través de la emisión de un gas contaminante que tarde o temprano acaba manifestando sus efectos perjudiciales en nuestro sistema respiratorio, sobre todo si ya padecemos de algún tipo de enfermedad. Además al utilizar el aire acondicionado, lo más común es que las ventanas permanezcan cerradas por lo que el aire se recircula continuamente sin dar la posibilidad a que este se renueve.
En el medio ambiente, debido el elevado consumo de electricidad con las consecuentes problemáticas ambientales que este lleva asociado y el aumento de gases contaminantes emitidos a la atmósfera que propician, entre otros problemas, el calentamiento global.
Existen pequeños hábitos que pueden ayudarnos a refrescarnos de un modo puntual, como beber agua, consumir alimentos frescos, abrir las ventanas y permitir la formación de corrientes de aire, si es posible, o cerrarlas si las temperaturas del exterior son extremas, aunque por desgracia estas medidas únicamente serán útiles durante escasos minutos.
A la hora de aplicar métodos más efectivos podemos acudir estructuras específicas o a la instalación de algunos aparatos o equipos a fin de obtener resultados más duraderos:
Arquitectura bioclimática: es el método más antiguo que existe para combatir el calor. Se trata de la construcción de viviendas que aprovechan sus formas, estructura, materiales e incluso el entorno que les rodea. Utilizar protecciones solares para evitar que los rayos penetren en las viviendas como por ejemplo el uso de un simple toldo en las ventanas, pintar las viviendas con colores claros que reflejan los rayos del sol o conservar patios interiores con vegetación y agua que permitan la formación de corrientes de aire fresco.
Ventiladores: gracias al movimiento de sus aspas los ventiladores son capaces de reducir la temperatura del aire sin variar la humedad del ambiente. Se pueden colocar en distintos puntos de la habitación, aunque los que resultan más efectivos son aquellos que se localizan en el techo, dado que por leyes de la naturaleza el aire caliente tiende a subir y de este modo el ventilador se encarga de enfriarlo. El consumo energético de estos aparatos es inferior al del aire acondicionado pudiendo emplear como fuente energías renovables.
Bombas de calor: son máquinas que, mediante conductos empotrados en la estructura de la vivienda permite transferir el calor de un espacio a otro más caliente, de forma que, revirtiendo el proceso, al igual que se puede obtener calor, se podría obtener frío. Esto hace que la instalación de estos aparatos pueda servir tanto para el invierno como el verano. Como inconvenientes podemos destacar que la instalación es bastante compleja y que el consumo energético es más elevado que en el caso de la alternativa anterior.