Pajillas de cáscara de mango.

Siguen las innovaciones para un producto de gran consumo a nivel mundial y muy contaminante, las pajillas o popotes.

A partir de diciembre de 2020, en la Ciudad de México, quedará prohibida la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plásticos.

Para sumarse a esta iniciativa de cuidado del ambiente, estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM, desarrollaron un popote hecho con cáscara de mango y baba de nopal.

Estas pajillas son biodegradables.
El desarrollo de este bioplástico obtuvo el primer lugar en el XXVII Concurso Universitario Feria de las Ciencias, la Tecnología y la Innovación, en la modalidad Diseño Innovador.

Itzel Paniagua Castro y Alondra Montserrat López López desarrollaron su proyecto durante un año:
“TUVIMOS QUE HACER VARIAS INVESTIGACIONES Y PRUEBAS; TUVIMOS DIFICULTADES, PERO AL FINAL LO LOGRAMOS. AHORA DESEAMOS QUE LA UNAM NOS APOYE PARA SEGUIR CON EL PROYECTO HASTA SU COMERCIALIZACIÓN”, COMENTÓ ITZEL.

La idea surgió cuando estudiaban en la Unidad de Polímeros: “¿por qué no hacer algo que pueda ayudar al medio ambiente, y que nos beneficie a todos, y de ahí con trabajo llegamos al final”.

¿Pero es resistente?
Las estudiantes confirman que un popote hecho con cáscara de mango es igual de resistente que uno de plástico, pero con ventajas sobre el cuidado del ambiente y la salud.

“El plástico normal tarda hasta 100 años, nuestro bioplástico es 100 natural, ya que el día que lo dejemos de utilizar o ya no nos sirva, lo podemos enterrar o poner en agua y de todas maneras se va a degradar, de cuatro a seis meses tarda degradarse”, señaló Itzel.

La UNAM apoyará a las estudiantes con el patentamiento y comercilización de este producto innovador.