Crear barrios sustentables ecológicos en la Patagonia Argentina. Hasta desarrollar de una tecnología innovadora que aprovecha al máximo los vientos de la región, de una manera muy eficiente.
El verdadero invento argentino que ya patentó la empresa Tango Winds es una tecnología de autogeneración de energía eólica, a la que llamaron “Swallow Wind”. Consiste en aprovechar la gran potencia del viento cuando enfrenta y rodea edificaciones, naves industriales, silos o tanques, gracias a turbinas eólicas dispuestas estratégicamente sobre su superficie.
A partir del diseño Tango Winds, al enfrentar y rodear estos volúmenes cilíndricos, el caudal eólico se acelera y se encauza hacia la zona de generación en donde se encuentran las turbinas ocultas dentro de canalizaciones verticales. La potencia del viento se concentra y acciona con fuerza dichas turbinas eólicas, que convierten un altísimo porcentaje de la potencia del viento en energía utilizable.
Las canalizaciones dentro de las cuales funcionan las turbinas cumplen la doble función de aumentar su rendimiento -por efecto venturi- y de ocultarlas total o parcialmente para hacer posible una perfecta convivencia con el entorno.
El sistema de generación que contiene a las turbinas se orienta a través de rieles alrededor del cilindro, para posicionarse de manera ideal respecto de la dirección del viento reinante.
El volumen central -que puede ser una edificación, un silo, un depósito- sigue cumpliendo con el propósito original para el que fue construido y se convierte, así, en el primer destinatario de la energía producida, lo que elimina los dos factores de más incidencia en el costo de la energía actual: el transporte y la distribución.
Como carta de presentación de esta tecnología se dio a conocer públicamente el proyecto un barrio eólico, a 45 kilómetros de El Chaltén. Llamado “KoiKosten”, el sector urbanizado prevé ocupar 300 de las 5000 hectáreas que tiene la estancia San Lorenzo. Son las que están entre la ruta provincial 41 y el Lago Viedma.
La inversión requerida asciende a unos 4 millones de dólares, y se buscan inversores. El proyecto es más ambicioso ya que otros sectores de la estancia tendrán destino de producción agrícola y ganadera sustentable, para abastecer el consumo de El Calafate y El Chaltén, como también áreas deportivas.
El proyecto está en ciernes. La prioridad del grupo societario es conseguir recursos para construir una o dos plantas donde se fabriquen estos generadores en diferentes presentaciones y tamaños.
Manuelides afirma que la repercusión fue inmediata y ya hay mucho interés de empresas. Puso como ejemplo que en Vaca Muerta tienen que construir mil viviendas, y la empresa a cargo de la obra “está tratando con nosotros para ver si puede incorporar este sistema, porque allí no tienen la suficiente energía para proveerles”.