La inteligencia artificial permite predecir mejor el éxito de las inversiones y el logro de los objetivos financieros en el sector de las renovables. La plataforma Aristóteles de Kaiserwetter integra ahora los mercados de electricidad para ofrecer una visión diaria de los principales mercados de energía mundial, lo que contribuye a maximizar la transparencia y a minimizar los riesgos.
Ni el carbón más barato del mundo puede competir ya con las renovables. Porque las energías limpias son cada vez más baratas, más que cualquier tecnología basada en combustibles fósiles. Lo dice la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) en su informe ‘Renewable Power Generation Costs (Costes de generación de energía renovable), publicado a primeros de junio de este año.
Más de la mitad de la capacidad renovable agregada en 2019 registró costes de energía más bajos que las más baratas de entre las nuevas plantas de carbón. Pero para seguir con esa tendencia es preciso utilizar datos que ayuden a maximizar el rendimiento, las previsiones y la evaluación de riesgos de las inversiones. Empresas IntelliTech como Kaiserwetter se han fijado la tarea de hacer uso de ellos para aumentar el rendimiento operacional. Su plataforma Aristóteles se sirve del internet de las cosas y la inteligencia artificial para agregar, estructurar, analizar y consolidar datos técnicos y financieros y, por tanto, proporcionar a inversores, financieros y propietarios de activos una visión en tiempo real del rendimiento de sus carteras. Aristóteles es capaz de integrar en todo el mundo instalaciones desde sistemas de tejados fotovoltaicos de 10 kilovatios hasta parques solares a gran escala de 200 megavatios o más. Los algoritmos de aprendizaje automático utilizan los datos de rendimiento de las plantas solares generadas por los inversores solares y los propios módulos. Y la plataforma de IoT y IA ofrece una simulación única de las curvas de potencia fotovoltaica que ayuda a predecir el rendimiento de la planta solar con una precisión hasta ahora desconocida. Los datos agregados de los propios activos pueden compararse fácilmente entre sí o con los datos de otras carteras.
De esta manera, se pueden identificar los potenciales de optimización de costos y las mejoras de rendimiento. “La energía fotovoltaica será cada vez más importante. No sólo porque promueve el crecimiento económico y ecológico. Con la integración de la fotovoltaica en Aristóteles, logramos que las inversiones sean más previsibles y, por lo tanto, más atractivas”, señala Hanno Schoklitsch, CEO de Kaiserwetter.
La pandemia ha supuesto un punto y aparte en el sector energético. Ha provocado una caída en la demanda de energía global, además de un desplome a mínimos históricos del valor del petróleo. Además, ha supuesto un daño irreversible en la industria del carbón, una fuente de energía que afronta una situación casi irrecuperable por la imposibilidad temporal de extracción, por sus altos costes, baja demanda y alto grado de contaminación.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) cree que esta crisis terminará con la demanda de combustibles fósiles. Es cierto que también ha impactado sobre el sector de las renovables, pero a pesar de ello, se estima un crecimiento de un 6% para la capacidad global de energías limpias en 2020. Y una vez superada la recesión, se espera que la demanda de energía se recupere con la electrificación de sectores, ofreciendo un horizonte optimista para el sector de las energías verdes. La Comisión Europea ha situado ya las renovables en el centro de la recuperación económica, estableciendo unos paquetes de estímulo para incentivarlas como motor de recuperación, creación de empleo y consolidación de sistemas energéticos más eficientes y resistentes. Ante una situación así.