La empresa israelí Yehuda Levi Group es una multinacional que ofrece servicios a distintas
industrias alrededor del mundo. Tiene su sede en Tel Aviv y cuenta con socios en América, África
y Europa del Este. Esta organización lleva más de 70 años diseñando y ejecutando proyectos a
gran escala alrededor del mundo.

Dentro de la cartera de servicios que ofrecen, uno de los más destacados es el relacionado a la
implementación de proyectos basados en energías renovables y la eficiencia energética. Buscan
constantemente innovar dentro del rubro, aprovechando la energía solar, eólica, hidroeléctrica
y biomasa.

El grupo está asociado a Millennium Electric TOU Ltd, compañía fabricante de paneles
fotovoltaicos tanto monocristalinos como policristalinos. Esta empresa, también israelí, ya ha
instalado más de 1.268 MW en proyectos internacionales de mediana y gran envergadura.
Para el año 2022 Yehuda Levi busca extenderse y concretar proyectos de energía solar en
América Latina. De acuerdo a una entrevista hecha recientemente a Joseph Abinun de Lima,
Director de Negocios del grupo, planean desarrollar las ideas que tienen en Brasil, Colombia,
Ecuador y Guatemala. Esto con el objetivo de instalar inicialmente 150 MW hasta llegar a 800
MW de energía limpia y sostenible.
Abinun también resaltó que a pesar del gran potencial que ofrecen los países latinoamericanos
por la alta irradiación solar que se capta en sus territorios, todavía falta una apuesta más sólida
por parte de los gobiernos en el sector. Se deben establecer políticas públicas que sirvan como
guía y regulen los proyectos de transición energética, especialmente en países como Paraguay
cuyo consumo energético está fuertemente arraigado a la biomasa.
De acuerdo con el Balance Energético Nacional del Paraguay del 2020, el consumo energético
principal energético es el obtenido de la biomasa (ocupa el 42%, frente al 39% de los derivados
del petróleo y 19% de electricidad).

En el balance se puede observar cómo en el Paraguay se genera en mayor porcentaje energía
que es renovable a partir de las hidroeléctricas, pero en el consumo siguen predominando los
combustibles fósiles.
Es por este motivo que se debe seguir trabajando en el sector energético de manera a reafirmar
la transición hacia fuentes renovables. El establecimiento de normas, leyes, regulaciones y/o
políticas marcará la diferencia en cuanto a los proyectos de este tipo. Además, volverá más
atractivo a Latinoamérica para los inversionistas ya que significa una apuesta sólida y rentable a
largo plazo.

Fuente: Balance Energético Nacional del Paraguay 2020

El hecho de que grandes empresas ya se estén interesando en abordar proyectos a nivel regional
es una buena señal pues indica que los países también van a tener que ir adaptándose a las
nuevas tecnologías e ir migrando hacia energías alternativas.