Una central nuclear produce 8.000 veces más energía que una central de combustibles fósiles y es respetuosa con el medio ambiente. Pero cuando se habla de ella, la mayoría de las veces nos vienen a la mente los accidentes de Chernóbil y Fukushima. Así que siempre ha estado rodeada de mucha controversia. A pesar de ello, sigue siendo una de las fuentes de energía más seguras del planeta y podría serlo aún más con esta nueva generación de reactores.

Ahora, el profesor de la BYU y experto en ingeniería nuclear Matthew Memmott y sus colegas han diseñado un nuevo sistema de producción de energía nuclear más seguro: un microrreactor nuclear de sales fundidas que puede resolver todos estos problemas.

Los reactores nucleares en Estados Unidos suelen pertenecer a la categoría de reactores de agua ligera. Los átomos de uranio se dividen para crear energía, y los productos sobrantes irradian enormes cantidades de calor. Los materiales sobrantes y el calor se almacenan en barras de combustible sólidas que requieren agua corriente para mantener la temperatura lo suficientemente fría. Si las barras no reciben suficiente agua de refrigeración, pueden sobrecalentarse y toda la instalación corre el riesgo de sufrir una fusión nuclear.

La nueva solución propuesta por los investigadores de la BYU almacenará estos elementos radiactivos en sal fundida en lugar de barras de combustible. «La energía nuclear puede ser extremadamente segura y extremadamente asequible si se hace de la manera correcta», dijo Memmott. «Es una solución muy buena para la situación energética en la que nos encontramos porque no hay emisiones ni contaminación derivadas de ella».

Los elementos nucleares pueden emitir calor o radiactividad durante cientos de miles de años mientras se enfrían lentamente, por eso los residuos nucleares son tan peligrosos. En el nuevo reactor de Memmott, todos los subproductos radiactivos se disuelven en sal fundida durante y después de la reacción nuclear. La sal tiene una temperatura de fusión increíblemente alta, de unos 550°C, y estos subproductos no tardan en caer por debajo del punto de fusión. El calor irradiado es absorbido por la sal, anulando el peligro de una fusión en la pequeña central nuclear que construyeron los ingenieros.

Además, el nuevo diseño de reactor nuclear de sales fundidas tiene el potencial de eliminar los peligrosos residuos nucleares. Los productos de la reacción están contenidos de forma segura en la sal, sin necesidad de almacenarlos en otro lugar. Además, los elementos valiosos, como el cobalto-60, el oro, el platino y el neodimio, pueden extraerse de la sal y venderse.

El reactor nuclear de sales fundidas de Memmott mide 1,5 x 1,5 metros (una central nuclear típica mide 1,5 x 1,5 metros) y, como no hay riesgo de fusión, no es necesario rodearlo de una zona similar. Según los investigadores, este pequeño reactor puede producir suficiente energía para alimentar 1.000 hogares estadounidenses. Todo lo necesario para hacer funcionar este reactor está diseñado para caber en la parte trasera de un camión de 40 pies, lo que significa que este reactor puede hacer que la energía sea accesible incluso en lugares muy remotos.

«Durante los últimos 60 años, la gente ha tenido la reacción visceral de que la energía nuclear es mala, es grande y es peligrosa», dijo Memmott. «Esas percepciones se basan en los problemas potenciales de la primera generación, pero tener el reactor de sales fundidas es el equivalente a tener un chip de silicio. Podemos tener reactores más pequeños, más seguros y más baratos y librarnos de esos problemas».