Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos anunciaron el martes la firma de una asociación estratégica que movilizará 100.000 millones de dólares para desarrollar 100 gigavatios de energía limpia de aquí a 2035.
«La cooperación se inscribe en el marco de la estrecha amistad entre los EAU y los Estados Unidos de América» y «afirma el compromiso de ambas partes de trabajar para mejorar la seguridad energética y avanzar en la acción climática», según un comunicado del gobierno de los EAU publicado por la agencia estatal de noticias WAM.
La Casa Blanca describió la nueva asociación como un importante logro para la agenda climática del presidente Joe Biden.
«Hoy, el presidente Biden ha vuelto a demostrar su profundo compromiso para garantizar un futuro de energía limpia a nivel mundial y la seguridad energética a largo plazo, ya que Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos han anunciado una sólida asociación para garantizar una transición rápida y sin problemas hacia la energía limpia y el abandono de los combustibles fósiles», señala el comunicado de la Casa Blanca.
Los dos países crearán un «grupo de expertos» para «identificar los proyectos prioritarios, eliminar los posibles obstáculos y medir el progreso de PACE en la consecución de su objetivo de catalizar 100.000 millones de dólares en financiación, inversión y otros apoyos y desplegar globalmente 100 gigavatios de energía limpia», se indica.
Los Emiratos Árabes Unidos son un importante exportador de petróleo, pero han realizado grandes inversiones en el desarrollo de fuentes de energía no fósiles, como la construcción de la mayor central solar del mundo y la primera central nuclear del mundo árabe. Tiene previsto acoger la cumbre del clima COP 28 en 2023.
El ambicioso plan de los dos países llega en un momento de aumento de la demanda y reducción de la oferta de petróleo en todo el mundo, ya que los años de infrainversión en combustibles fósiles y los meses de guerra de Rusia en Europa han provocado una reducción de la oferta y unos precios elevados para los consumidores.
En la misma conferencia en la que se firmó el PACE, los directores generales de las empresas petroleras y de gas advirtieron de los peligros de limitar la producción de combustibles fósiles en aras de la prevención del cambio climático.
Mientras que en los últimos años se ha exigido con firmeza que se invierta más en energías renovables y se acelere el abandono de los hidrocarburos -un pilar continuo de los objetivos de la administración Biden-, ahora son más los líderes que subrayan la necesidad de reactivar la producción de petróleo y gas ante lo que podría ser un invierno muy difícil para Europa, y otras partes del mundo que se enfrentan a la escasez de esos productos básicos. Los precios del petróleo y el gas han alcanzado máximos de varios años, y en algunos casos, récords, durante el último año, en medio de problemas de suministro y conflictos geopolíticos.