¿Tiene el sector de la aviación la cabeza en las nubes? En efecto, los expertos se esfuerzan por hacer del hidrógeno un combustible sostenible para la aviación.
Dada la ampliación de los créditos fiscales a la producción y los fondos para los centros regionales de hidrógeno, el valor del hidrógeno está subiendo. Sus posibilidades residen en los sectores industriales difíciles de descarbonizar o que no pueden electrificarse rápidamente. Es el caso de los aviones, los trenes, los barcos y los camiones de largo recorrido. Los generadores eléctricos también pueden funcionar con una mezcla de hidrógeno y gas natural.
«Vemos que la tecnología está llegando y el coste está bajando. El precio del gas natural es inferior al del hidrógeno», afirma Judith Judson, responsable de hidrógeno de National Grid, en un seminario web organizado por Our Energy Policy. «Pero con los créditos fiscales, la economía va en la dirección correcta. Al igual que la eólica y la solar, los precios bajarán. El hidrógeno tiene un papel que desempeñar en la consecución de nuestros objetivos de energía neta cero. Nuestro objetivo es que el hidrógeno verde se produzca a partir de energías renovables. Planeamos eliminar los combustibles fósiles, pero queremos hacerlo de forma asequible».
Los combustibles de aviación sostenibles derivados del hidrógeno verde pueden suponer un largo vuelo, pero ese avión despegará dentro de 15 a 25 años.
Pensemos en Delta Airlines: DG Fuels, con sede en Luisiana, le suministra 385 millones de galones con un 75%-85% menos de emisiones de gases de efecto invernadero en su ciclo de vida que el combustible convencional para aviones.
Diversas formas de energía renovable componen los combustibles de aviación sostenibles. Por ejemplo, los residuos alimentarios, los residuos animales y los lodos de depuradora, que se mezclan fácilmente con los combustibles para aviones. El Departamento de Energía de EE.UU. afirma que su huella de carbono puede ser un 165% menor que la del combustible para aviones a base de petróleo. Un estudio de Clean Sky 2 y Fuel Cells & Hydrogen 2 afirma que los aviones propulsados por hidrógeno podrían estar listos para volar a partir de 2035, aunque 2050 podría ser más factible para los vuelos más largos.
Azul Airlines, British Airways, Jet Blue, KLM, Lufthansa, Scandinavian Airlines, United Airlines, Virgin Australia y Virgin Atlantic ya han utilizado biocombustibles para sus vuelos comerciales. En cuanto a Jet Blue, utiliza combustible de aviación sostenible en su centro de operaciones del aeropuerto internacional de Los Ángeles. Trabaja con World Energy y World Fuel ServicesINT +1,2% para obtener combustible de aviación sostenible.
«Nuestro objetivo final es conseguir una aviación climáticamente neutra para 2050. Convertir esta ambición en realidad requiere la integración sin fisuras de una serie de nuevos e importantes avances tecnológicos, uno de los cuales son los aviones impulsados por hidrógeno», afirma Axel Krein, Director Ejecutivo de la Empresa Común Clean Sky 2.