Plantar árboles es una manera de mejorar la salud de las personas, una manera que resulta fácil y muy barata. Los árboles, además de embellecer una ciudad, proporcionan aire fresco y limpio. Por eso debería pensarse en ellos como una infraestructura de salud pública.
Todas las personas deberían poder respirar aire puro. Esto debería ser posible también en las grandes ciudades. Los arboles no sólo ornamentan las calles, sino que ayudan en la salud física y mental de sus habitantes.
La organización The Nature Conservancy cuestiona ¿por qué no se incluye esto en el financiación de la salud pública?
Esta organización elaboró un documento que explica con cifras, las razones por las que debe hacerse esto.
Para elaborar este documento se tomó como guía Estados Unidos. Ya que en ese país, se gasta menos de un tercio del 1% en presupuesto para mantener y plantar árboles. Como consecuencia las ciudades en Norteamérica pierden cuatro millones de árboles al año.
Este es un documento oficial que detalla el problema, sus causas, conceptos y las soluciones para luchar contra él.
Se estima de que con 8 dólares por persona al año, como promedio, se podría impedir la perdida de árboles.
También sería posible aumentar el aprovechamiento de los beneficios que estos generan. El número no sugiere el valor, sino que es una muestra de que la inversión es posible.