Una empresa llamada Veranu, ubicada en Cerdeña, Italia, ha creado una baldosa que pide a gritos que la pisen. Su razón de ser es precisamente esa, traducir las pisadas en electricidad.
Su punto fuerte es la flexibilidad y delgadez, además de estar fabricado con material reciclable gracias a una materia prima sostenible basada en plásticos renovables.
Eso sí, se necesita una buena afluencia para poder obtener una cantidad de energía que realmente valga la pena. Por esta razón, desde Veranu no dejan de dar ideas, apuntando lo interesante que sería poder instalar su Smart Energy Floor en lugares como el Centro Rockefeller de Nueva York o, por ejemplo, la pirámide del Louvre, en París.