Si este crecimiento se materializa, la capacidad fotovoltaica acumulada de Brasil pasaría de 13 GW a finales de 2021 a unos 25 GW a finales de este año. En el segmento de generación distribuida, la potencia instalada acumulada pasaría de 8,3 a 17,2 GW y en el sector de gran escala de 4,6 a 7,8 GW.

De los 50.800 millones de BRL (9.100 millones de dólares) de inversiones previstas para este año, la generación distribuida representaría unos 40.600 millones de BRL.

Con las nuevas instalaciones realizadas este año, se espera que el sector fotovoltaico genere más de 357.000 nuevos empleos en Brasil.

La mayor parte de estos puestos de trabajo se espera que provenga de la generación distribuida de energía solar, que probablemente será responsable de más de 251 mil puestos de trabajo este año.

«Proyectamos un crecimiento muy robusto de la energía solar este año, impulsado por el alto coste de la factura eléctrica y los beneficios que aporta a los consumidores como solución definitiva para garantizar el suministro de electricidad a precios competitivos», dijo el presidente de ABsolar, Ronaldo Koloszuk. «La tecnología fotovoltaica se ha hecho cada vez más popular en el país, llegando a todas las clases de consumidores y provocando un efecto multiplicador en la sociedad brasileña».

A principios de enero, las autoridades brasileñas introdujeron nuevas normas para garantizar que los sistemas fotovoltaicos de menos de 5 MW sigan teniendo derecho a las tarifas de medición neta hasta 2045.

A partir de 2023 entrará en vigor una tarifa de red para los prosumidores, pero se espera que la rentabilidad económica de los tejados fotovoltaicos y los pequeños parques solares siga siendo alta. El fuerte crecimiento para 2022 también será el resultado de la introducción de esta tarifa de red a partir de enero de 2023.