Está ubicado a más de 4.300 metros de altura
De la mano de la Asociación Argentina de Montaña, se concretó un proyecto que dio inicio en 2017 en el Cerro Bayo, ubicado a 4330 metros de altura, en Tafí del Valle, Argentina. Reutilizaron los restos de lo que hace algunos años fue un laboratorio de alta montaña y lo transformaron en un refugio para visitantes que cuenta con paneles solares.
El proyecto de modificación fue impulsado por el biólogo Hugo Salas en el marco de la Ley de Bosques Nativos y Reordenamiento Territorial. “Se acercó a la Asociación porque, si bien ya tenía los fondos, había que gestionar la supervisión y el replanteo de la situación para evaluar el grado de deterioro y decidir los pasos a seguir”.
En mayo de 2017 se realizó el análisis de daños y posteriormente se comenzó a reconstruir. La edificación se encuentra dentro del Parque Provincial Cumbres Calchaquíes, área protegida por leyes nacionales y provinciales al que se accede desde la Quebrada del Varón.
Se trata de un salón de 4 por 6 metros con una pequeña puerta y una ventana. Las modificaciones se realizaron en diferentes etapas, en primer lugar se trabajó en la mampostería, después aberturas y por último la colocación del techo. “Como iniciativa propia de la AAM, después de terminar con el techo, se gestionó a través de la Unidad Ejecutora de Proyectos de la provincia, bajo la órbita del Programa de Energías Renovables en Mercados Rurales (Permer 2), la colocación de los paneles solares». A través de este programa se subsidia la instalación de los paneles solares en lugares inaccesibles que no pueden obtener energía eléctrica.
El objetivo de esta iniciativa es que se constituya como un lugar de refugio para cualquier persona que transite a pie por ese lugar. «Como es una zona protegida no se permite el ingreso de vehículos salvo casos de emergencia. Este lugar permanece abierto para las personas que vayan a hacer montañismo o alguna actividad científica, o bien de seguridad». Sin embargo aclara que tiene que ser bien utilizado «hemos colocado un cuaderno de bitácora donde anotamos lo que hay: azúcar, yerba, comida, agua y aislantes. Para que los visitantes tengan los elementos fundamentales y también colaboren para mantenerlo.
Es el primer refugio de estas características en Tucumán en alta montaña. «Ahora hemos logrado ponerle luz con los paneles solares, tenemos tres lamparitas y una toma para cargar celulares. Todo en forma natural con focos led, disponible para que la sociedad lo use y lo conserve también. Queremos que la gente haga montaña, que cuide el medio ambiente, que se concientice sobre la particularidad de ese lugar, el parque provincial. Queremos transmitir la actividad del montañismo que es una actividad noble, que transmite los valores buena relación con la naturaleza y la sociedad», concluyó.