El rubro de energía solar en el mundo se encuentra en un periodo de incertidumbre por una situación coyuntural provocada por el COVID19. Ya millones de personas han quedado desempleadas por esta crisis y en cuanto a las energías renovables esto no ha sido una excepción.
Posiblemente el diseño urbano sea distinto porque si no hace falta ir a trabajar todos los días a la oficina, puede haber cambios en la población. También tendrá implicaciones en el medio ambiente y todo ello nos va a llevar a esfuerzos más coordinados a nivel mundial. Desde un punto de vista mundial, habrá que dar una respuesta sanitaria y económica más coordinada.
México y Europa son los más afectados en cuanto a las energías renovables, como ya sabemos México es uno de los países con los mejores desiertos para generar energía solar en todo el mundo con un potencial 5 veces mayor que Alemania, uno de los líderes mundiales en este sector y ya cuenta con más de 30.000 personas en riesgo de desempleo en el sector, frenando también 44 proyectos de energías solar y eólica. En cuanto a Europa las nuevas incorporaciones caerán en un tercio en 2020, su mayor declive anual desde 1996.
Los países continúan construyendo nuevas turbinas eólicas y plantas solares, pero a un ritmo mucho más lento.
Se espera que las adicciones de energía renovable se recuperarán el año que viene al nivel alcanzado en 2019, gracias a dos proyectos de hidroeléctricas en China, pero a pesar del repunte, se espera que el crecimiento para 2020 y 2021 combinados sea un 10% más bajo de lo que la AIE (Agencia Internacional de la Energía) había pronosticado previamente antes del brote de coronavirus.