Japón se está preparando para introducir baterías de almacenamiento estacionarias en el mercado nacional, impulsando la capacidad de energía renovable como parte de la campaña de descarbonización del país.
El gobierno considera que la tecnología es vital para impulsar su iniciativa de transformación verde GX hacia su objetivo de neutralidad de carbono en 2050.
A finales de agosto, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, pidió que se celebraran más debates para acelerar la introducción de baterías de almacenamiento estacionarias, junto con la ampliación de los sistemas de red eléctrica del país, para impulsar la capacidad renovable, especialmente las instalaciones de energía eólica marina. Kishida pretende formular medidas detalladas para la estrategia GX a finales de este año, incluida una futura política para la energía nuclear, que es otra fuente de energía con cero emisiones.
El impulso gubernamental puede estimular aún más la participación del sector privado en las baterías de almacenamiento, junto con las baterías para la producción nacional de vehículos eléctricos. Un número cada vez mayor de empresas japonesas ha invertido en proyectos de baterías de almacenamiento, incluyendo plantas de almacenamiento de energía a gran escala.
La compañía eléctrica japonesa Kansai Electric Power y la empresa de servicios financieros Orix tienen previsto construir conjuntamente una planta de almacenamiento de energía de 48MW en la prefectura de Wakayama, al oeste de Japón, conectando las baterías de almacenamiento a las redes eléctricas. Esto permitirá almacenar el excedente de electricidad renovable y la capacidad de descargarlo cuando haya un déficit de suministro. El objetivo de las empresas es empezar a funcionar en abril de 2024.
La compañía eléctrica Kyushu Electric Power, la comercializadora Mitsubishi y el desarrollador de energía renovable NTT Anode Energy también están trabajando juntos para poner en marcha, en febrero de 2023, un sistema de almacenamiento en batería a escala de red con un acondicionador de energía de 1,4 MW en la prefectura de Fukuoka, al sur de Japón, para aprovechar eficazmente el exceso de producción de energía solar.
Japón tiene previsto aumentar la proporción de energías renovables en el mix energético nacional hasta un 36-38% para el ejercicio fiscal de abril de 2030 a marzo de 2031, en consonancia con el objetivo del país de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 46% para 2030-31 respecto a los niveles de 2013-14, antes de alcanzar su objetivo de neutralidad de carbono para 2050. El objetivo de las energías renovables se ha revisado al alza desde el anterior objetivo de 2030-31 de 22-24pc y se ha duplicado la cuota real de 18pc en 2019-20.