Rusia y la energía solar

“El 100% de la energía en Rusia podría ser renovable”

Un estudio concluye que la opción más barata a largo plazo para Rusia y Asia Central sería apostar completamente por las energías renovables.

Desde 2013 la Federación Rusa cuenta con un programa de apoyo a las energías renovables: eólica, solar y pequeña hidroeléctrica. Tratándose de un país con amplios recursos energéticos, el objetivo del Gobierno ruso no es sustituir las fuentes de energía tradicionales, sino crear una industria localizada para no perder el tren de las innovaciones en el sector.

La política energética de Rusia se encuentra explicitada en un documento de «Estrategia Energética. » que establece la política de la nación hasta el año 2020. El mismo trata de el aumento de la eficiencia energética, reducción del impacto sobre el medio ambiente, desarrollo sostenible, desarrollo energético y tecnológico y mejoras de la eficacia y la competitividad del sector.

En un país rico en recursos energéticos como Rusia, el objetivo del programa gubernamental de apoyo a las energías renovables claramente no es el aumento de la capacidad de generación.

Exportando el 70% de su petróleo producido, Rusia se considera como el principal exportador mundial de energía neta, el país cuenta con la mayor reserva de gas natural, ocupa el segundo lugar de todas las naciones en reservas de carbón, se ubica en octavo lugar en reservas de petróleo y en el cuarto lugar en el mundo como productor de electricidad.

En amplias zonas del sur de la Rusia europea y del sur de Siberia, las horas de sol al año son perfectamente aptas para el empleo de tecnologías de energía solar. Los expertos consideran, además, que bajo ciertas condiciones las bajas temperaturas implican un rendimiento mayor de los paneles solares instalados.

El país se ha dedicado al desarrollo de la energía renovable, aprovechando las fuentes naturales inagotables. En el año dos mil dieciséis, el programa ya había comenzado a dar buenos resultados y se espera que para el año 2030 la capacidad total de las centrales solares de todo el mundo sean incrementadas a un potencial entre 1760 y 2500 gigavatios.