Se trata de un proyecto de innovación financiado por la Unión Europea cuyo objetivo es producir combustibles renovables para el transporte a partir de agua y CO2 utilizando energía solar concentrada.
El proyecto acaba de demostrar con éxito la primera síntesis de queroseno solar.
Abengoa (MCE: ABG/P:SM), compañía internacional que aplica soluciones tecnológicas innovadoras para el desarrollo sostenible en los sectores de infraestructuras, energía y agua, acaba de celebrar un nuevo hito en el desarrollo del proyecto Sun-to-Liquid, en el que la compañía participa junto a otros seis socios y/o colaboradores: ETH Zúrich, IMDEA Energía, DLR, HyGear Technology & Services B.V., Bauhaus Luftfahrt e.V. y ARTTIC. Se destaca que se acaba de demostrar con éxito la primera síntesis de queroseno solar, validando el proceso a escala piloto en una novedosa planta termosolar de torre que aporta la energía necesaria para producir combustible a partir de agua y CO2, que es el principal objetivo de Sun-to-Liquid.
“Esta demostración tecnológica podría tener importantes consecuencias para el sector del transporte, especialmente para la aviación de larga distancia, así como para el sector naval, pues dependen totalmente del repostaje de combustibles líquidos”, ha anunciado el coordinador del proyecto, Andreas Sizmann de Bauhaus Luftfahrt, en un evento de demostración en el que los integrantes del consorcio han explicado a los participantes los distintos componentes de la planta piloto, localizada en el Instituto IMDEA Energía Móstoles.
“Ahora estamos un poco más cerca de vivir en un sistema basado en la generación energética renovable en vez de quemar nuestra herencia energética fósil. Se trata de un paso necesario para proteger nuestro medio ambiente”, ha señalado a la prensa y demás asistentes.
Sun-to-Liquid nace del exitoso proyecto europeo Solar-Jet, en el que se desarrolló la tecnología de base y se realizaron los primeros ensayos de producción de combustible para turbinas de aviación a escala de laboratorio. Ahora, Sun-to-Liquid ha llevado a cabo el cambio de escala de la tecnología para la realización de los primeros ensayos con radiación solar real en una torre solar.
Comparado con los combustibles de turbinas de aviación de origen fósil, las emisiones netas de CO2 a la atmósfera se pueden llegar a reducir en más de un 90 % utilizando el “queroseno solar” obtenido. Además, dado que el proceso de solarizado utiliza recursos abundantes y que no compiten con la producción de alimentos, se puede aplicar para cubrir la futura demanda mundial de combustible sin necesidad de remplazar la actual infraestructura de distribución, almacenamiento y utilización del combustible líquido.