Cada vez es mayor el número de personas en el mundo abastecidas de electricidad por medio de energías renovables, y de ellas, la energía solar ocupa una holgada primera posición en preferencias. En Venezuela el gobierno del ex presidente Hugo Chávez diseñó el programa estatal Sembrando Luz, iniciando la instalación de microrredes de sistemas híbridos eólicos-solares, con respaldos en gasoil y baterías para emergencias, para atender a miles de comunidades rurales alejadas. En teoría, el programa atendió a 202.000 personas que figuraban entre la población no electrificada, repartidas en 932 comunidades.
Sembrando Luz aceleró su paso, instalando dos mil sistemas fotovoltaicos entre 2009 y 2011 en todo el país. Luego inició su declive: los dos años siguientes apenas reportó 200 sistemas y finalmente sólo 50 en 2013. Pese a que la inversión inicial para la instalación de sistemas de paneles solares es elevada, en un mediano plazo, propende a ser mucho más económica que cualquier otro tipo de esquema energético. A nivel de usuarios de la red eléctrica nacional, la factura de electricidad disminuye ostensiblemente, y en el caso de los hogares o instituciones que la instalan, pueden captar ingresos tras la venta del excedente a la red nacional.
En Venezuela se ha dado inicio desde el año 2001 a la práctica de experiencias de aprovechamiento de la energía solar, siendo el poblado de Los Cedros, en el estado Sucre, uno de los pioneros en esta materia, pues algunas de sus casas se abastecen de la electricidad proveniente de paneles solares, teniendo la capacidad y potencia suficiente para satisfacer las necesidades de la población en materia fotovoltaica.
De igual forma se han instalado unas 60 plantas potabilizadoras de agua que utilizan energía solar, en el marco del programa Sembrando Luz, que también instaló en zonas completamente aisladas otros 768 sistemas fotovoltaicos.
A Maracaibo le dicen ‘la tierra del sol amada’. La ciudad petrolera por excelencia de Venezuela, epicentro de la principal fuente de ingresos del país, es popularmente conocida por su intensa incidencia solar y sus altas temperaturas.
Estos recursos apuntan a que Venezuela es un país con gran potencial para el desarrollo de la energía solar, donde se promedia que si se recibe una insolación solar promedio de cinco horas diarias, se puede incrementar hasta en un 10% la adecuación de nuevas plantas ubicadas a las posiciones del sol con esta novedosa tecnología.